Es cierto que el comercio global ha traído grandes retos y desafíos para los pequeños negocios. Por eso constantemente debemos encontrar nichos de oportunidad, estrategias mejor elaboradas y argumentos de venta más convincentes, mejor valorados.
Los productos importados llenan los estantes de todas las tiendas, grandes o pequeñas y los consumidores valoramos los bajos precios aunque la calidad no sea la mejor, aunque la procedencia de esos productos no sea la más ética.
En Papelerías del Artesano apostamos por crear nuestros propios productos, que al ser hechos a mano, nos permiten reutilizar procesos, reacondicionar mercancías y reciclar sobrantes de insumos. En el taller del artesano no existe el desperdicio.
Cada merma es aprovechada para hacer otros productos. Con los caples o cartoncillos se van haciendo cuadernos más pequeños o respaldos para blocks de notas, todos los residuos de perforaciones, cortes, refilados, suajados se convierten confetis o triturados. Y así, a todo se le va dando uso. No somos «cero waste» pero ese es nuestro objetivo.
Además de valorar profundamente a todos nuestros recursos humanos, intentamos que cada colaborador se sienta parte de nosotros, no solamente como negocio, sino como familia que convive con armonía y respeto cada día. Todos son libres de aportar ideas, proyectos, sugerencias y así juntos vamos dando forma a
Damos empleo a familias completas, intentamos transmitirles nuestra filosofía de aprovechar cada recurso, darle valor y esperamos ser una semilla que impulse al cambio, a tener una mayor conciencia sobre la importancia de no desperdiciar, que cada detalle importa.
Al mismo tiempo creemos que nuestros productos al ser hechos a mano con amor, creatividad y cuidado, tienen alma. Alma de México, de lucha, de constancia y superación.